Blogia
The World of Pikifiore

Yo y yo misma

Shhh...siete secretos

Shhh...siete secretos Tras mis primeras vacaciones (las segundas están por llegar en breve), recojo el testigo que en su momento me pasó Estrella, así que trataré de hurgar un poquillo en mi interior y contaros algún secretillo. Alguno no es un secreto propiamente dicho, pero tampoco es algo que vaya contando a gritos por ahí.

A ver…mis siete secretos:

1. Este blog mismamente. Nadie de mi entorno conoce su existencia, aunque en algunas ocasiones he estado a punto de contárselo a alguien de quien no hable demasiado.

2. Tengo muy pocos secretos propios, pero soy depositaria de los secretos de los demás, algo que en muchos momentos llega a agobiarme. Sé cosas de las personas más cercanas que nadie más sabe y que he jurado no contar. Pueden contarme lo que sea siempre y cuando no se trate de algo que afecte de manera negativa a otra persona querida, de ese modo me pondrían en un compromiso

3. Soy terriblemente hipocondríaca, hasta el punto de llegar a creerme enferma notando todos los síntomas. A veces me entra un miedo irracional al mundo en general y me paso días llorando como una magdalena y con la cama como único lugar seguro.

4. A pesar de haber estudiado en un colegio de monjas, me estoy empezando a plantear muchas de las cosas que en su momento eran acogidas como verdades impepinables y que aceptábamos a pies juntillas. A día de hoy a veces me cuesta recordar la letra de las oraciones que repetíamos mañana tras mañana hasta la saciedad.

Sin embargo, muchas veces siento el deseo irrefrenable de entrar en una iglesia y rezar, y quedarme en calma.

5. Tuve una historia loca con un chico al que todos consideraban prácticamente un delincuente en potencia y al que sólo yo veía su lado “bueno”, digamos. Lo que de manera oficial, fue algo pasajero que no llegaba al año, se extendió realmente en el tiempo durante tres, pero nunca lo dije porque todos me trataban de masoca.

6. Tiendo a hacer una montaña de un grano de arena, de tal manera que a veces me desbordo y acabo agobiadísima y con una ansiedad que nadie comprende puesto que no les he contado cual es el origen del “drama”. A veces,cosas tan tontas que yo misma me sorprendo con el tiempo.

7. Me gustaría poder soltar mi lengua desde hace unos días. Algo planea sobre mi cabeza y me cuesta dormir bien, pero me lo estoy tragando yo solita. Sé, que como otras veces, esto también se irá.

Y esto es todo, cedo el testigo a quien lo quiera recoger. ¡Animaos alguno! 

Punto y aparte

Punto y aparte

Acabo de releer el último post y sólo siento un gran vacío, ganas de que no hubiera ocurrido, y por otra parte alegría por haberle vuelto a ver. Llevo varios días en que no dejo de darle vueltas a lo sucedido, pero todo el mundo coincide en que debo OLVIDARLO, sin embargo ahora de nuevo tengo que empezar el camino para ese proceso desde el principio...

Quería dejar este último post a modo de despedida temporal. Por fin han llegado las esperadas vacaciones y durante veinte días colgaré mis obligaciones y buscaré un poco de sol y tranquilidad en la costa. Espero que me vengan bien estos días de desconexión para aclararme y para poner en órden una vida que ya empezaba a estarlo.

Quizá no pueda escribir con la asiduidad acostumbrada, pero si saco un tiempo puede que me cuele en vuestros rinconcitos por un ratito para ver qué se cuece por ahí.

¡Nos vemos el 28!

 

Otro mes que se va

Otro mes que se va

Los días vuelan, y así, casi sin darme cuenta ha pasado el mes de julio, como un suspiro, treinta días corriendo en el calendario como si hubiera mucha prisa por llegar corriendo a agosto. Entre cañitas y sesiones nocturnas de cine, entre mañanas de trabajo y tardes de piscina, entre revisiones de coche y combinaciones de autobuses para unir dos lugares bastante alejados, entre planificaciones de escapadas y la búsqueda de nuevas actividades se me ha escapado el mes.

Mientras Toni se acostumbra a su nuevo trabajo, dos chicas andaluzas han ocupado su despacho. Y el alejamiento marcado por su traslado no ha sido posible, debido a las salidas nocturnas y las frecuentes coincidencias en los bares de la zona. Circunstancias propias de veranear en el mismo pueblo.

Mientras Marcos viaja a Europa y me manda postales cada vez más espaciadas, Pete empieza a conocer a mis amigos y se va integrando en mi ambiente. Y yo me levanto cada día con una sensación de tranquilidad mayor.

Y es que mi ansiedad se apacigua con su calma, y mi inquietud se mitiga con su tranquilidad y su firmeza.

En este mes he borrado mensajes que creí que jamás borraría, y he empezado de nuevo a jugar al tenis contra personas que ya no eran la misma de siempre, he llorado poco, he reído mucho y he ampliado horizontes.

Y hoy empieza un nuevo mes, y dentro de poco las ansiadas vacaciones.

La coctelera agitando...

La coctelera agitando...

El día amanece despejado, demasiado. El coche a pleno sol hierve y me quemo las manos con el volante. Compruebo que me he dejado las gafas de sol en casa cuando ya es demasiado tarde para volver, así que conduzco todo el camino con el sol dándome en la cara intentando no comerme los demás coches. El copiloto va empanado y le echo la bronca porque me tiene que indicar el camino, ya que mi desconocimiento de las carreteras es total.

Una ojeada al medidor del depósito de gasolina me indica que estoy casi en reserva y me pongo de los nervios. Mi hermano me deja el coche tiritando cada vez que lo usa. Y el desvío a una estación de servicio parece no aparecer nunca…Hasta que aparece, por fín.

Una hora más de recorrido por las circunvalaciones, y mientras tanto la música infumable a la que me somete Pete.

Por fin llegamos. Por suerte puedo aparcar el coche en batería aunque entra justito…

Una cola enorme y una temperatura de unos 37 grados, casi nada. Y miro lo que me espera, y me pregunto cómo me he dejado convencer con lo miedosa que soy yo para esto, con lo poco que me van a mi las emociones fuertes.

Subidas, bajadas, giros, vueltas…y se me revuelve el estómago.

Cinco horas y catorce colas más tarde, Fiore, empapada, mareada, con dolor de cabeza, con los hombros achicharrados sin gorra y con la mochila rota, se promete que tiene que pasar mucho tiempo hasta que vuelva a la Warner. Y se arrepiente de no haberse quedado en el sofá leyendo.

Un camino

Un  camino

No sé en que momento te he abierto las puertas de mi corazón, ni sé a partir de qué día he empezado a encender el móvil de madrugada esperando ver un mensaje tuyo.

No sé desde cuando tu compañía resulta tan grata para mí, ni sé cuando traspasaste la barrera de la amistad para convertirte en el ángel que vigila mis sueños.

No sé que hacer ahora que te conozco más, no sé desde qué momento dejé de llorar en tus brazos y empecé a reir. Y me da miedo, porque en una semana he salido de la ciudad de la decepción para entrar en la de la esperanza.

Y ahora te vas...y me dejas pensando.

La ciudad desde lo alto

La ciudad desde lo alto

Intento inspirarme. Trato de escribir al menos unas cuantas palabras sobre papel mojado, pero me cuesta un montón. Doy vueltas en una silla que no es de mi medida, frente a un ordenador que me resulta extraño y en una habitación que no es la mía.

En las estanterías, música que no reconozco, y libros que jamás leí. Y me encuentro desorientada en un escenario que no me pertenece, pero que conozco bien.

Esta noche seré su invitada porque tengo que levantarme tan pronto que ni los autobuses me podrían traer a la capital, así que aquí duermo. Mañana me espera una larga cola en una oficina, y todo por hacerle un favor a mi hermano que está de examenes.

Marcos ha salido a tomar algo, ella le estaba esperando adecentándose junto a la boca del metro, y yo no he consentido en molestar y he preferido quedarme escribiendo y oyendo música en su ordenador.

Lleva ya fuera dos horas y en la calle se oye música, y es ahora cuando me empiezo a sentir genial porque la brisita entra por la ventana y me refresca.

Me gusta su casa, pero no me siento cómoda aquí sola.El teléfono móvil está sonando, lleva así un buen rato, pero no lo voy a coger, no me apetece hablar con nadie.

Creo que voy a salir a tomarme un vaso de leche al balcón. Me encanta ver Madrid desde este octavo piso, las calles iluminadas, la lejanía del horizonte, y oir los murmullos de la gente que a estas horas abarrota las terrazas de verano.

Quizá así me despeje y tome decisiones coherentes, y quizá así también pueda luego escribir algo.

Una vela más...

Me decía mi abuela cuando yo era pequeña, que nadie debe llorar el día de su cumpleaños, porque de lo contrario llorarías todos los demás días del año.Todavía me acuerdo de aquella frase porque me resultaba imposible que un niño llorara el día de su cumpleaños…

Siempre me ha encantado la fecha en la que nací, a comienzos de verano, y finales del colegio, adiós examenes y bienvenidas vacaciones. No podía cumplir años en mejores circunstancias. Me gustaba ir a clase con unas cuantas chucherías para repartir y siempre me guardaba para mí bastantes más de las que debería, jeje.

Después en la facultad, aprovechábamos el final de las clases para celebrarlo todas juntas, puesto que casi todas mis amigas eran de la misma fecha. A veces nos comprábamos incluso nuestro propio regalo.

No me gustaba celebrar el cumpleaños yo sola, de hecho las veces que lo celebraba siempre era con alguien y nunca por iniciativa propia. Odiaba tener que estar pendiente de la gente y de si mis amigos se llevaban bien entre ellos, así que prefería algo tranquilito.

Ahora lo que hago es reunirme con mi familia para comer y quedar con tres o cuatro amigos para charlar y tomar algo.

Me sigue haciendo mucha ilusión la mañana del día de mi cumpleaños, pienso que aún me quedan muchas cosas por hacer y muchos más que celebrar si la vida quiere. Y adoro comer tarta y pedir deseos, aunque cada vez haya más velas que apagar.

Hoy es mi cumpleaños, y voy a hacer caso a mi abuela, no voy a llorar.Es mi día, y no me lo va a amargar nada ni nadie.Eso lo dejaremos para otro día.

Hoy cantaré y soplaré las velas de mi tarta, y me reiré de tonterías y pensaré que va a ser un año maravilloso. 

Feliz cumpleaños Fiore. Creo que me lo merezco… 

No deberías...

No deberías... “Y otra vez seremos dos extraños, y otra vez volver a hacernos daño.

Otra vez estoy en el fondo del dolor, otra vez tú y yo…”

La voluntad de no volver a caer se me vuelve muy débil cuando tengo delante su cara, cuando le miro y me encuentro con ese rostro que fue tan querido y al que renuncié hace ya varios meses porque era lo mejor para los dos, porque él no iba a cambiar…Decidí cortar la cuerda y no mirar atrás, conocí a Zak y perdí la cabeza por él, pero aún guardaba mucha frustración por la historia que acababa de terminar.

Toni siguió su camino, y yo el mío, hasta hace poco. Yo confiaba en mi fuerza de voluntad, tenía demasiadas cosas que olvidar y me había costado muchísimo no irme cada noche a la cama pensando en él. Mis amigos no confiaban tanto, fueron testigos de mis llantos incontrolados durante el último año y vieron como poco a poco me resignaba a estar sin él y levantaba el vuelo gracias a Zak, que me salvó del naufragio. Pero el recuerdo de aquellos otros ojos descansaba todavía dentro de mí, dormido, como esperando despertarse en el momento menos oportuno. Todos lo intuían.

Fingir indiferencia delante de mis compañeros, evitar salir a por agua para no cruzarme con él por el pasillo, intentar no coincidir en la hora del desayuno y frenar los impulsos de coger el coche y visitarle durante su baja…todo eso fue duro para mí, y lo sigue siendo. Pero no soy tan fuerte, no he superado esa prueba. Hace dos días mientras paseaba con él, volví al pasado y mientras un impulso irracional me llevó a besarle, mi cerebro repetía: “No deberías”…

Y otra vez de camino al precipio. “No deberías” 

Revelaciones

Revelaciones Hace unos años me arrepentí de no haber querido a la persona adecuada, porque estaba demasiado ocupada esperando otros trenes, y perdí un amigo. Hoy, temo que me vuelva a pasar lo mismo.

¿Cuántas veces no me habré fijado en la persona equivocada?¿cuantas veces no he deseado querer a otra persona como me quería ella a mí?

Estoy cansada de tirar de la gente, cansada de machacarme temiendo al futuro, y pensando en el pasado. Y mientras tanto, van pasando delante de mí otras cosas en las que ni siquiera me fijo porque tengo la vista puesta en la dirección opuesta.Algún día, me daré cuenta de que volví a esperar en la estación equivocada…y para entonces será demasiado tarde para regresar.

Llevo una mañana muy poco productiva, pensando en que queremos a quien no nos quiere, y no escuchamos a quien nos quiere, o no queremos verlo.

Un mensaje esta mañana y una larga conversación anoche, han vuelto a descolocar mis esquemas. Nunca hubiera imaginado que a esa persona le pasaran esas cosas por la cabeza. Nunca pude imaginar que le importara así. Y yo no puedo hacer nada…una vez más.

¿porqué nunca acierto con las personas a las que les entrego mi corazón?

Siguiendo el juego...

Comenta y....... te responderé a todo esto

- Te responderé con algo, al azar, que me gusta de ti.

- Te diré qué película/canción me recuerda a ti.

- Diré algo que deberíamos de hacer juntos.

- Diré algo que solo tenga sentido para ti o para mi (o solamente para mi).

- Te diré mi primer/más claro recuerdo de ti.

- Dejaré una frase que sea de alguna manera apropiada para ti.

- Te preguntaré algo que siempre haya querido saber de ti.

Si hago esto para tí, estaría genial que lo subieras a tu blog... A mí me contestó Susana, esto fue lo que me dijo: Pikifiore...
1. Lo dulce que eres y ese lado solitario que te sale a veces
2. Pretty woman, y no me preguntes por qué...
3. Iros a la sierra un par de días, a olvidarnos de todo y a charlar con una caña bien fría delante.
4. Putos bichos ;-)
5. Tampoco lo recuerdo, pero sé que un día llegaste y empezaste a escribirme. También me entraste muy bien desde el principio y me prestó un montón que con el tiempo, abrieses tu propio blog.
6. El día más asqueroso, solo tiene 24 horas, recuérdalo siempre y no te olvides de sonreír.
7. ¿Qué es lo que más echas de menos de él?
 

Me hizo mucha ilusión...

Más días para pensar

Más días para pensar

Esta mañana, mi calle, habitualmente abarrotada de coches, amanecía con una tranquilidad poco habitual. El buen tiempo y la inminencia de un largo puente han hecho que la gente pase estos días alejados de la rutina. Mis amigas han puesto rumbo a Asturias a primera hora de la mañana entre risas y con muchas ganas. Ayer me despedí de ellas. Es la primera vez que todas se van y yo me quedo, pero no me apetecía ir. Bueno, sí me apetecía pero me desmotivaba ser la única que no pudiera ir acompañada de su pareja, y aunque hay confianza, no me apetece ser el sobrante, creo que los ocho lo van a pasar muy bien, pero yo no pintaba nada.

Esta tarde haré una pequeña maleta con dos o tres cosas básicas, y me marcharé a pasar estos días a la sierra. Como en Semana Santa, me dedicaré a pasear y leer, pero esta vez sin mi familia, que prefiere quedarse aquí.

Marcos vendrá a verme algún día para comer en el campo o dar algún paseo pero luego se vuelve a ir. Es mejor no tentar a la suerte, y aunque yo quiera poner distancias no voy a hacerlo de golpe, pero tampoco voy a dejar opciones que permitan pasar mucho tiempo juntos. En otros tiempos, él hubiera venido a pasar estos días a mi casa, pero ahora no. Mejor para todos.

Por otra parte, mis compañeras de trabajo visitaron a Toni el jueves pasado, y le llevaron unas cuantas películas para hacerle más amena su recuperación. Yo no fui porque me parecía muy violento aparecer en su casa, ver a sus padres, a los que cogí mucho cariño en su día y encontrarme con su hermano con el que tantas risas me eché. Además, a mis compañeras les hubiera extrañado que les hubiera acompañado, porque piensan que le acabo de conocer.No he querido contar nada, no quiero dar que hablar.

Sin embargo, y para mi sorpresa, él esperaba mi visita. Así fue como me lo contaron ellas al día siguiente. Hoy hemos hablado por teléfono. Dice que está mejor y al pedirme que fuera a verle...no me he podido negar. Me acercaré mañana o pasado, al fin y al cabo no estoy tan lejos.

Pasad estos días lo mejor que podáis y disfrutad de cada momento

 

 

Volviendo a mis tareas

Volviendo a mis tareas

De nuevo estoy aquí. He vuelto al Ministerio después de tres semanas. Los papeles para la renovación del contrato se retrasaron y por eso yo ya pensé que me quedaba en la calle. Pero no, ya he firmado y me he incorporado. Llevo toda la mañana dedicada a volver a ubicarme, al marcharme guardé un montón de documentos en una caja y ahora nadie sabe decirme cual es el actual paradero de dicha caja, así que continuaré mañana con mi labor de investigación.

Me han asignado el mismo despacho, pero con compañeros distintos, ya que ha habido redistribución de personal y de tareas, así que ahora tengo por delante la labor de ponerme al día en todo lo nuevo que tengo que hacer.

Los pasillos siguen igual de solitarios y fríos, y la cafetería igual de bulliciosa, el olor a comida a partir de la una de la tarde sigue siendo igualmente fuerte, y la máquina de snaks continúa estropeada casi un mes después. Los de seguridad siguen siendo tan bordes como de costumbre y la fotocopiadora sigue atascándose cada vez que introduzco un taco más gordo. En el desayuno vuelven a sonreirme cada mañana y yo sigo mirando por la ventana al repartidor de correo que llega en torno a mediodía. Aparentemente, todo está como lo dejé, pero falta una persona, y a pesar de todo estoy deseando que vuelva.

Forma parte del escenario. Forma parte de esto, y sin esa persona a este engranaje le falta una pieza.

Espero que te recuperes pronto. En serio.

 

Volver tras las vacaciones

Volver tras las vacaciones

Unos días muy tranquilos y con la ausencia de la gente a la que más me apetecía ver han marcado mi Semana Santa. Mi amiga Ángeles se marchó a pasar estos días con su novio, al igual que han hecho otras dos amigas, y en el lado masculino, mis amigos estaban más interesados en acabar su maqueta que en cualquier otra cosa, así que verles les he visto poco. Mis días han transcurrido entre excursiones por la montaña y larguísimos paseos por el campo aprovechando el buen tiempo. Unas veces acompañada por mis padres, y otras, por una pareja de amigos que no dejaban de agobiarme echándome moralinas y aconsejándome sobre lo que debía o no hacer con mi vida. También he salido sola a caminar, con mi mp3 y sin un camino establecido, siempre es agradable acercarme al río que hay cerca de mi casa, o al mirador, o a los caminos de las huertas, y perderse un rato.

He pensado mucho, y pese a tener gente a mi alrededor me he sentido muy sola. He echado mucho de menos a Marcos, que pasaba estos días en Alemania, y he sido incapaz de dejar de hablar con él al menos un día, pese a que antes de las vacaciones decidí alejarme un poco de él, tras descubrir un hecho que me decepcionó un poco. Pero no es eso lo que quiero.

Me pierdo en un mar de confusiones, y tras la baja de Toni por un accidente de moto me siento algo culpable por haber deseado días antes dejar de verle durante unos días. Ahora no iré yo a trabajar, ni tampoco él.Ya no habrá necesidad de encontrarnos por los pasillos.Y me vuelvo a sentir mal.

También me he dado cuenta del poco tiempo que este invierno he dedicado a mi familia. Estos días lo he pasado muy bien con mis padres, comiendo por ahí algún día y visitando algún pueblito cercano. Sin faltar a la tradicional procesión del Viernes Santo, en la que hasta hace unos años participaba como nazarena.

 

Un año más ha pasado la Semana Santa.

 

Tiempo libre

Tiempo libre

Tener unos días de vacaciones para desconectar es una gozada, planificar cosas y tener tiempo para uno mismo y para los demás, pero tener unos días de vacaciones forzosas, no lo es tanto. Sobretodo cuando se acerca la Semana Santa y te encuentras sin un euro en el banco. Antes esto lo único que me queda es resignación, al fin y al cabo no es una situación definitiva y sólo estaré en el paro hasta nuevo aviso, y hasta que puedan hacerme un nuevo contrato en el ministerio.

Como otras veces en la misma situación pienso en que es buen momento para hacer todas las cosas que no he podido hacer mientras trabajaba, o en aquellas que debería hacer pero que por pereza o falta de tiempo no he llevado a cabo.

Debería buscarme un horario para estudiar, tomármelo como una jornada laboral con pausas para comer y descansar un rato, pero no tengo fuerza de voluntad.

Debería también montar la estantería de madera que lleva meses en el trastero esperando para ser colgada. Debería llevar el coche al taller, ir al INEM a ver qué papeles necesito para el paro, visitar a mis abuelos, buscar academias de inglés...

Debería,sí, pero creo que no lo haré (salvo lo de mis abuelos), como siempre, todo se quedará en propósitos.Y lo volveré a dejar.

En cambio, sí que me apetece aprovechar la llegada de la primavera para dar paseos por Madrid, ir al Retiro o al Jardín Botánico, visitar museos, ver la exposición de Faraón o conocer el Palacio Real, que aunque parezca mentira pese a ser madrileña aún no lo he visto.

 

 

 

 

¿Fotos?No, gracias

¿Fotos?No, gracias Odio con todas mis fuerzas salir en fotos de cámaras que no sean la mía, porque eso quiere decir que será otra persona y no yo la primera que vea los espantosos resultados. No hay ni una en la que salga correctamente.

 

No es cuestión de fotogenia, a decir verdad salgo bien y me veo mona, pero nunca sé qué cara poner .Siempre me pillan mirando para otro lado, o con los ojos cerrados, o seria mientras todos ríen, o descojonada mientras los demás salen con cara de circunstancias. O con un gorro… (sí, eso suele ocurrir cuando he bebido, siempre acabo poniéndome algo en la cabeza).

Y no hablemos de los fotomatones, en los que siempre salta el flash cuando estoy buscando el dinero o agachándome para recoger lo que se me ha caído.

No me gusta la típica “cara de foto” porque parecemos bobos todos, y tampoco la típica foto estudiada de grupo todos mirando a la cámara y diciendo “patata”. Prefiero las fotos improvisadas, esas en las que realmente uno sale tal cual es.

Y digo esto porque ayer me reuní con unas amigas para hacerle un collage a una chica que se marcha de viaje, y queríamos poner fotos nuestras. Empezaron a sacar viejas instantáneas de tantos años en el colegio, de copas, de excursiones, de cumpleaños mil, etc, y aparte de entrarme una tristeza inmensa por lo rápido que pasa el tiempo, me dí cuenta de que en todas las fotos yo soy la que da el cante. Ellas decían: “Fiore, aquí estás graciosísima..”

Sí, claro, pero yo lo que quiero es salir normal y mirando donde tengo que mirar.

Al final y tras una buena criba el collage quedó bastante bien, pero en las fotos que yo elegí no salgo yo, sale la otra Fiore que llevo dentro.

 

 

Desvelada

Desvelada

Tic tac, tic tac, tic tac…me está volviendo loca ese sonido, el único que escucho. A las cuatro de la mañana aún estoy despierta, y no hago más que dar vueltas en la cama desquiciada.Yo, que acostumbro a tener un sueño fácil, parece que por esta noche no lo voy a lograr. En el poco rato que he conseguido dormir, he pasado un angustioso sueño en el que me las veía y deseaba para conseguir el cariño de dos hijos que de repente tenía. Así que mejor despierta.

En la cama y mirando al techo tarareo por lo bajo una música que no se me quita de la cabeza, repaso la ropa de la mañana siguiente y repito uno de los temas que me he estudiado esa tarde.

Pienso en el reconocimiento médico de hace dos semanas y me pongo un poco nerviosa en lo que me dirán, como siempre. Pienso en los pasos a seguir si no me renuevan el contrato, otra vez a mandar curriculums, que pesadez.Pienso en mi hermano y en su examen para entrar en esa escuela en la que quiere entrar. Pienso en Angeles y sus dudas, en Marcos y su insatisfacción laboral, en Toni y su baja (por eso no le había visto estos días), en mi madre y sus clases de conducir. Todas y cada una de las personas a las que he visto en los últimos días pasan por mi cabeza esta noche. Pero el sueño no llega y las agujas del reloj parecen no moverse.

En el canal Historia ponen un documental sobre las mujeres de la República, en los demás, películas que pillo empezadas. Encender el ordenador hace mucho ruido y leer no puedo porque ayer acabé el libro y tengo que devolverlo hoy a la biblioteca.

Me pongo el discman un rato a ver si se me va la musiquilla de la cabeza, pero nada…

Me duermo a las siete menos cuarto. A las siete suena el despertador.

Me levanto, me visto y a apretujarme en el metro, hoy hay huelga.

Tengo unas ojeras que me llegan al suelo. No veo la hora de pillar la cama. Esta noche espero dormir como una bendita.

 

Fiore pasada por agua

Fiore pasada por agua

Prometía ser un puente pasado por agua y así ha sido. Aún me siento mojada, no pude elegir mejor momento para perder el paraguas, y con éste van cinco en lo que llevamos de invierno. No lo puedo evitar, a mi costa va a hacerse millonario el vendedor.

A pesar de los augurios y de las advertencias del hombre del tiempo, decidí escapar de la capital y aprovechar los días de descanso en la sierra. De vez en cuando, pasear por allí y pasar sola unos días me viene muy bien. Y tenía ya una buena fiesta organizada para la noche del sábado. Pero la lluvia apalancó a más de uno en casa. A mí la primera. Embutida en un enorme chándal y delante de la televisión, el panorama de vestirme y empaparme no se me hacía muy agradable, así que opté por no salir. Pero el domingo me convencieron e, ingenua de mí, me ofrecí a llevar yo el coche ya que no tenía intención de beber. La última vez.

Situación: las doce de la noche, diluviando y yo casi sin saber donde estaba el limpiaparabrisas, puesto que apenas hace unos días que estrené coche. La carretera totalmente oscura y sin apenas señalización, y las luces de cruce con una potencia escasísima. A mitad del camino, mi amiga Ángeles me obligó a parar en el arcén para revisar las luces. Tres minutos fuera del coche me pusieron como una sopa y calada hasta los huesos tuve que continuar, estornudando y mojando toda la tapicería. Me salté el desvío hacia mi casa y acabamos en un camino sin asfaltar con barro hasta en el motor, y el coche que luego no arrancaba porque se había quedado atascado.

Y los demás venga a decir que me diera prisa. Finalmente, salimos de allí, pero creo que ya voy servida de coche durante una temporada. Ahora cuando quiera estar tranquila, creo que paso de ir a la sierra. Madrid con sus atascos es más llevadero para mí.

 

 

 

Primer día

Primer día Mi mes de marzo comienza con algunos cambios importantes. Hace dos semanas, y teniendo en cuenta que mi contrato finalizaba en poco tiempo, de nuevo empecé a enviar curriculums a diestro y siniestro, y he tenido suerte.

 

La semana pasada me llamaron para una entrevista y a los dos días ya estaba contratada. Casi no me dio tiempo a despedirme de los que han sido mis compañeros hasta ahora, pero esta tarde iré a firmar la renuncia y a despedirme en condiciones. Todo ha ocurrido rapidisimo, ni yo misma pensé que pudiera tener esa suerte.

 

Hoy ha sido mi primer día en el sitio nuevo. Es en un ministerio, y está en un sitio de lo más céntrico y en una de las zonas más bonitas de Madrid. Vuelvo a cambiar de horario, de compañeros y de hábitos,pero estoy contenta.

 

Hoy me he estado haciendo con el sitio, poniendome un poco al día, y creo que en pocos días, y cuando conozca el edificio estaré a gusto.

Sigo con mis propósitos de verle el lado positivo a todo y pensar en mí.Y me he centrado de nuevo en mis opos.

 

 

Breve manifiesto

 

Esta tarde en la radio he escuchado una canción que decía: "Voy a conseguir lo que soñé y el amor también vendrá, voy a separarme del ayer y el futuro llegará. Sólo importa lo que quiero hoy, que mañana Dios dirá, y hoy quiero bailar, quiero gritar, quiero pasar de los demás".

 

Estoy harta de tomarme las cosas tan en serio, estoy harta de no pararme a pensar SOLO en mí y harta de hacer un mundo de cada cosa. Ahora necesito descansar.

Ha sido una semana estresante de un lado para otro,y ahora sólo quiero dormir.Y disfrutar con lo que soy y lo que tengo.

Casi un error

Casi un error

“¿Estás bien Fiore?”

“No,no me encuentro muy bien”

“¿Qué te pasa?”

“Nada que te pueda importar”

“Ahhh,vale. Tú misma”

Esta fue la última conversación que tuve con Marcos.Acto seguido me bajé del coche sin dar más explicaciones y me fui dando zancadas a mi casa. Estaba de muy malhumor. Había estado a punto de estropearlo todo.

Tras unas cuantas cervecitas y algún que otro chupito de tequila, que tengo comprobado que hace estragos en mi estómago, me aconteció un ataque de sinceridad brutal que fue frenado por mi amiga, gracias a eso, no acabé contándole a Marcos que cada vez me cuesta más aguantar a su chica, y mantenerle a él la mirada. Odio esos arrebatos. Por suerte, finalmente nos fuimos del bar a tiempo para que el momento pasara.

Hoy me alegro de no haber dicho nada. No soy quién para confundir a nadie con mis jaleos cuando ni siquiera yo misma me aclaro.

Pero, eso sí, durante mucho tiempo no creo que vuelva a tomar tequila. No me gusta el efecto que causa en mí, que no suelo beber.

Por cierto, entre tanto caos ¡he pasado el primer examen para una universidad!, así que ahora tendré que esmerarme con el segundo.