Mentiras de ayer
Hace muchos años, antes de conocer a Toni, antes incluso de que existiera Gran Sapo, existía Luis. Corría el año 1998. Luis era el típico chaval resultón, dos años mayor que yo, que traía de cabeza a muchas de las chicas que conocía, con mucha labia y chulería. Era un peligro de chico, un ligón empedernido o al menos lo había sido hasta que le conocí, o esa fue mi creencia. En aquella época, Luis era mi novio, y me quería, algo que siempre pensé. Solía recogerme en moto a la puerta de la facultad todos los viernes, casi todas nuestras citas transcurrían entre las cuatro paredes de aquel bareto decrépito, reíamos muchísimo y hacíamos muchas promesas. De esas promesas que se hacen con la vehemencia de los diecinueve años y que es tan difícil cumplir. Recuerdo que yo entonces me enorgullecía de él, de su cara de niño malo, y no me preocupaban los corazones rotos que contaban, había dejado tras él.
Fue una relación de once meses, mi primera relación “seria”, una relación que había comenzado un mes de enero. Enero de 1998.
Durante ese tiempo, todo fue muy bien, hasta que un buen día, Luis me dejó, por las buenas, por teléfono, sin explicaciones, como quien le dice a un televendedor que no le interesa su producto. Diciembre de 1998.No le volví a ver... Hasta hoy.
Unos grandes almacenes, delante de mí un chico carga con un coche teledirigido mientras le dice al niño que le acompaña que tenga paciencia. El chico es Luis. Tras mi sorpresa inicial, me reconoce, me abraza y me levanta en volandas diciéndome lo poco que he cambiado y sorprendiéndose a su vez de la cantidad de tiempo que ha pasado. El resentimiento que le guardé hace tiempo que se evaporó, así que sólo me ha causado sorpresa.
Al preguntarle si el niño es su sobrino, me explica que es su hijo. Y el crío me amplía la información contándome que hoy es su noveno cumpleaños, y el coche es su regalo. Y entonces todo me cuadra. En una décima de segundo, la información pasa a la velocidad de la luz por mi cabeza.
El niño nació hace nueve años, en enero de 1999. Fue fecundado en abril de 1998. Cuando estaba conmigo.
Curiosa manera de enterarse, diez años más tarde, de que tu primera relación, aquella que idealizaste, aquella que parecía perfecta, fue un completo fraude. Y que ya entonces, tenía unos cuernos de los que no he sido consciente hasta hoy.Lo que es la vida...
10 comentarios
Elena -
Qué fuerte!! Menudo cabrón!!
Enterarte de estas cosas no debemos tomárnoslas como algo negativo, sino como algo positivo: de menudo bicho te libraste...
ELRAYAn -
Y, por supuesto, te lo digo con todo el rencor del mundo. Hay cosas que no valen.
MUAKS!!!
Ire -
Cora -
A una amiga mía le pasó algo más o menos parecido, llevaba un tiempo quedando con un chico, aunque no habían llegado a salir en serio, de pronto él comenzó a poner distancias... y resultó que había dejado embarazada a una tía con la que se había liado mientras tanto,y de golpe tenía hijo y relación seria de pareja (de lo que se enteró viéndolos por la calle, y eso que una semana antes de encontrárselos aún habían quedado a tomar un café).Ahora, como dice el refrán,muerto el perro se acabó la rabia ;)
De todas formas, mira, siempre es mejor haberte enterado ahora, que aunque dé rabia ha pasado el tiempo y tienes otra vida, que no saberlo cuando lo dejasteis, que fijo que te habría hecho mucho daño.
Luna -
un besito
Gala -
A veces, el pasado vuelve para ser más revelador que el presente.
Besitos!
Etiam -
Alba -
Vaya tela...
Es que hay cada uno oye... vaya tela...
Afortunadamente la vida te ha sonreído ;)
Un besote
susana -
Manuel -
Un abrazo desde Valencia.