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Mi refugio

Mi refugio

Antes sentía la necesidad de refugiarme en mi habitación prácticamente cada noche, cerraba la puerta, escribía, escuchaba música y me aislaba del resto de la casa, a medianoche, las luces se apagaban, mis padres se iban a dormir y todo se quedaba en silencio.

Ahora el silencio es prácticamente continuo. Me rodean cuatro paredes demasiado blancas aún, sin rincones preferidos ni refugios necesarios. Aún me siento extranjera en mi nueva casa. No soy persona que se adapte fácilmente a los cambios, aunque en unos meses olvidaré estos momentos.

Sin embargo, mi antiguo refugio sigue intacto, como si esta noche fuera otra vez a dormir en mi cama de siempre, el pijama doblado bajo la almohada y las zapatillas calentitas, listas para recibir mis pies. Ella lo ha dejado tal cual, porque confía en que vuelva. Antes llorábamos juntas, nos llevábamos como el perro y el gato. Ahora cada día pienso en los que no paso con ella, y necesito abrazarla a cada instante. Creo que ahora entiendo más a mi madre.

Ahora ella es mi refugio.

10 comentarios

Bego -

Ley de vida ¿no?
Los cambios siempre me han asustado/preocupado y se q cuando haga ese cambio definitivo por el q tu pasas será dificil, pero compensa lo se. Y tu tb.

e.f. -

¡¡¡Enhorabuena!!!
ya verás como encuentras tu refugio entre esas paredes blancas, que dejarán de serlo.
Te va a encantar vivir por tu cuenta, es una experiencia genial.
Mucha suerte y otro beso.

e.f. -

¡¡¡Enhorabuena!!!
Ya verás como encuentras tu refugio entre esas paredes, que dejarán de ser blancas.
Vivir por tu cuenta te va a encantar, ya verás.
Mucha suerte, y otro beso.

marga -

A tu madre la tendrás siempre y tu hueco lo irás haciendo poco a poco y antes de lo que crees, ya verás.

simplementeyo -

Supongo que es normal que te sientas así, pero pasará, y te sentiras por fin en casa. Besos grandes y ánimo.

Manuel -

Los cambios implican cierta dificultad de adaptación al nuevo medio, que se van solucionando poco a poco.
El contacto que se pierde con los seres queridos es otra historia, pero piensa que, por fin, has logrado cierta independencia y, como bien dice Susana, has de empezar a volar por ti misma.

Un saludito desde Valencia.

Miss Murphy -

Yo con mi madre cuando vivíamos juntas bajo el mismo techo discutíamos por todo, ahora en cambio nos llevamos estupendamente, jeje! Y al cambio de hábitat te acabarás acostumbrando, es cuestión de tiempo: de que vayas viviendo cosas allí, de que vayas decorándolo y llenándolo de cosas tuyas... aunque tu antigua habitación siempre será "tu habitación", a mí también me pasa con la de casa de mis padres..

acoolgirl -

Da igual lo mayores que seamos o donde vivamos... siempre necesitaremos ese abrazo :)

Tiempo al tiempo, al principio imagino que es raro... pero a todo en esta vida nos acabamos acostumbrando y esto más que segura de que los rincones favoritos irán apareciendo.

Un besoteee

Susana -

Es natural que siempre la eches de menos, pero ya no eres un polluelo y tienes que echar a volar. Un beso.

Sophie -

Te adaptarás antes de lo que crees :) y cuando menos te dés cuenta, ya tienes tu huequito.

Lo segundo...es ley de vida que los polluelos asomen una patita fuera del nido y a volar. Eso sí, lo que cuentas refuerza mi teoría de que a ciertas edades la distancia, pequeña o grande, muchas veces ayuda a mejorar las relaciones con los padres :)