Se acabó lo que se daba
Acabaron las fiestas, y con la inevitable vuelta a la normalidad, me invade una sensación de tranquilidad y de calma, como cuando uno invita a mucha gente a casa y se tira en el sofá una vez se han marchado todos.
Pasaron los Reyes, una de mis fiestas favoritas, pues a pesar del paso de los años, mis padres y mi familia en general los celebramos como si aún hubiera niños en casa. Este año el roscón me ha jugado una mala pasada, pues estoy enferma desde entonces.
Es ahora cuando para mí comienza el año, tras la resaca de estos días se plantean los retos de los casi once meses que vienen por delante, siempre cambiantes, siempre imprevisibles.Comienzo enero con cambios, alguien que viene, una nueva compañera de trabajo, procedente de la otra punta del país con la que espero congeniar, alguien que se va y me deja triste con su marcha aunque satisfecha por haber podido compartir momentos…
Enero abre la puerta de cada año, una vez más.
6 comentarios
ELRAYAn -
Y también sabes que existen las noches paralelas. Y las visitas. Y el puerto de noche.
MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Elena -
A ver con la nueva compi!! A ver como va!!
susana -
Lunita -
Un beso!
Manuel -
Por mi casa también pasaron los Reyes, que no se han portado mal del todo, tal como cuento en mi blog. Y es que, en el fondo, todos tenemos dentro aún algo de aquel niño que fuimos una vez...
Un saludito desde Valencia.
Alba -
Mi día preferido es el de Reyes. De toda la vida. lo vivo con una ilusión tremenda (en mi casa también!)
Esperemos tener muchas cosas que contar estos once meses ;)
Un besote