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The World of Pikifiore

En la boca del lobo

En la boca del lobo Cuando aparqué el coche a las nueve de la noche en la puerta de mi casa, solté un enorme suspiro de alivio. Menudo fin de semana…creo que tengo suficiente dosis de conducción para una temporada.

Me gusta conducir, pero a la vez me asusta, no puedo evitarlo, mi coche parece un avión y me siento muy pequeñita en esa mole.

Cuando me propusieron ir a pasar la noche en aquel pueblo me pareció una buena ocasión para quitarle el polvo al pobrecillo y sacarlo del garaje.

Y la oscuridad de la carretera me bloqueó, y esas curvas que parecían no tener fin. Menos mal que siempre hay alguien para solventar ese tipo de problemas y hacer que se restablezca la calma. Y es que por más que intento controlar mi nerviosismo, éste siempre aparece.Por suerte, el camino mereció la pena, pues una escapada siempre viene fenomenal y las risas y los bares desconocidos en pueblos pequeños, tienen su encanto. Lo único que me chafó la noche, fue una desafortunada llamada de teléfono, y es que no aprendo, me encanta torturarme y me fastidia no estar segura de mí misma Afortunadamente, pienso luego que no tengo motivos y me da por reir. Y espero seguir riendo mucho tiempo.

9 comentarios

estrella fugaz -

Las escapadas vienen genial, a ver si yo puedo hacer una de ésas en poco tiempo, que con el jaleo que he tenido no me vendría nada mal.
Yo lo del coche... a acostumbrarse, no te empequeñezcas en él.
Un beso

Cora -

Yo soy una histérica para el coche, lo paso fatal. De hecho, llevo como seis meses autoconvenciéndome de que debería pagar algunas prácticas en la autoescuela para refrescar un poco (saqué el carnet en 2003 y desde entonces he debido de coger el coche 3 veces, la última hace como dos años), y empezar a conducir ya en serio. Pero me agobia la idea de ponerme al volante, y más en la puñetera ciudad donde vivo ahora, que no sé por qué será pero impera la ley de la selva. (aquí he visto jurar en arameo a gente que está acostumbrada a conducir por Madrid, no te digo más,jeje).

Elena -

Yo últimamente estoy muy radical con ciertas cosas y no quiero que me amarguen los buenos momentos... así que la llamada.. espero que no te afecte ni una milésima de segundo.. anda ya!! ;))

Igrein -

Pues a mi me encanta conducir...

Me alegro que fuera bien el finde... la llamada??? Olvidada, no???

Un besazo!!!

Luna -

Uy el coche... ¿te cuento un secreto? No sé aparcar ;)

Un beso

Manuel -

Para quien no tiene costumbre, y más en esta época del año, conducir de noche es bastante complicado, sobre todo por la tensión permanente en que vas.

Yo he conducido bastante, por mi profesión de comercial, y la verdad es que cada vez me da más "repelús" el salir a la carretera, sobre todo por las "burradas" que veo que hacen muchos imprudentes, que ponen en juego sus vidas y las de los demás, que muchas veces no tienen culpa.

Un saludito desde Valencia

susana -

Yo soy incapaz de coger una carretera de noche. Por suerte a mi marido no le importa hacerlo. Sobre la llamada, creo que sé a qué te refieres, a mí también me pasa todavía. Un beso.

Alba -

Aynss que ganas tengo yo de darme una escapada!!!!!!

A mi me encanta conducir... ;)

Pues si, a veces parece que no aprendemos, o es que quizá olvidamos que somos como somos y no cambiamos por mucho que queramos!

Un beso nena

ELRAYAn -

Ese puerto era fácil.

Debes de tranquilizarte, estuviste muy tensa todo el tiempo.

Lo del sábado noche pasa a menudo cuando vas con la taja, ya sabes la regla que te dije: "nunca hablar a partir de la 1 AM".

Y no me tengas en cuenta lo del 4.75, ya sabes como soy ;-)


MUAKS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


PD: Mira mi flog.