Una luz en la Gran Vía
La tarde comenzó con el relato de historias en ocasiones leídas, pero nunca escuchadas. Cara a cara contamos emociones y hechos. Nuestras historias propias.
Entre vaso y vaso hubo lugar para las fotos y los abrazos. ¿cuánto tiempo pasó? Demasiado, a juzgar por los guardianes de mi vida, que entraron en la cueva. Los acordes del piano dejaron de sonar, y de la risa pasé al llanto. Me apagaron el interruptor y sin pretenderlo me dejaron a oscuras. Miento. No me dejaron a oscuras. Una luz brillaba a mi lado en la Gran Vía.
Una luz que me ofreció tranquilidad, y serenidad en la tormenta. La misma luz que me dijo que me dejara llevar por mi nombre. Que intentara bailar en mi mundo. En medio de la oscuridad, siempre brilla una llama. Y aún tengo que contemplar muchas luces. Las luces del puerto, por ejemplo.
Muchas gracias por todo. Me ha encantado
6 comentarios
Elena -
Alba -
Me has dado una alegria con ese viaje :D:D:D:D:D
Maktub -
Un besitooooo
Eva -
y a la vez hace que los demás brillen con una intensidad muy similar
pero nunca igual
Nadie igual
Su -
Un beso
ELRAYAn -
Me aprendí fácilmente la coreografía. Gracias por todo. No dudes en encenderla cada vez que lo necesites. Un abrazo