El regreso
Han pasado casi dos meses y medio desde el accidente que provocó la baja de Toni (por suerte nada grave), y hoy era el día en que se incorporaba a trabajar. Debo admitir que, aunque desde que el viernes lo supe e hice como si no fuera conmigo, estaba nerviosa, y que he pasado toda la noche con un cosquilleo en el estómago, no sé si de alivio o de culpabilidad. Alivio, porque sé que está bien, y culpabilidad por no haberle ido a visitar , aunque no tenía porqué, al fin y al cabo, si no nos hubiéramos vuelto a encontrar un día de casualidad, cada uno hubiera seguido con su vida como desde el momento en que decidimos ( o decidí) que todo debía terminar.
Sin embargo, lo pienso y sigo sintiéndome culpable.
Cuando le he visto, me han temblado de nuevo las piernas, su sola presencia es un choque con el pasado, y sentir que está de nuevo aquí no hace más que recordarme el fracaso, y una época llena de lágrimas y de impotencia que me hace sentir como una perdedora. Pero también recupero recuerdos de una época de alegrías inesperadas y de pequeños pasos que para mí eran un mundo.
Sus ojillos me dicen que él se alegra de incorporarse, y también de volver a verme, y yo por mi parte al mirarle no sé si darle una bofetada o un abrazo.
No sé cómo sentirme, al mismo tiempo que me agobia tenerle aquí, me tranquiliza. Hoy me he pasado toda la mañana entre risueña y malhumorada.
Por si no fueran pocos los líos que me traigo…
2 comentarios
Alba -
Me gustaria escribirte un mail, pero no encuentro tu dirección!!!!!!
Besotes
estrella fugaz -
un beso, y tranquila, vale?