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Hoy de letras tristes

- De penas
Hoy de letras tristes

“Sólo encontré una verdad en la vida, hijo, y eras tú. Sólo encontré una verdad en la vida y la he perdido. Vivo de llorarte en la noche con lágrimas que queman la oscuridad. Soldadito rubio que mandaba en el mundo, te perdí para siempre. Tus ojos cuajaban el azul del cielo. Tu pelo doraba la calidad del día. Lo que queda después de ti, hijo, es un universo fluctuante, sin consistencia, como dicen que es Júpiter, una vaguedad nauseabunda de veranos e inviernos, una promiscuidad de sol y sexo, de tiempo y muerte, a través de todo lo cual vago solamente porque desconozco el gesto que hay que hacer para morirse. Si no, haría ese gesto y nada más.
Qué estúpida la plenitud del día. ¿A quién engaña este cielo azul, este mediodía con risas? ¿Para quién se ha urdido esta inmensa mentira de meses soleados y campos verdes? ¿Por qué este vano rodeo de la muerte por las costas de la primavera? El sol es sórdido y el día resplandece de puro inútil, alumbra de puro vacío, y en el cabeceo del mundo bajo un viento banal sólo veo la obcecación vegetal de la vida, su torpeza de planta ciega. El universo se rige siempre por la persistencia, nunca por la inteligencia. No tiene otra ley que la persistencia. Sólo el tedio mueve las nubes en el cielo y las olas en el mar”

Francisco Umbral, Mortal y rosa

10 comentarios

simplementeyo -

Que triste... Pr esto demuestra q los seres humanos podemos sobrellevar mucho más de lo q creemos, pq hasta dp de perder a un hijo, seguimos viviendo. besos

Cora -

Dicen que tener que enterrar a un hijo no se supera nunca, y si es siendo todavía un niño, razón de más... me impresionó mucho cuando fue todo lo de las inundaciones aquella mujer que tuvo que soltar a su bebé y dejar que se ahogara porque estaba sujetando a sus tres hijos a la vez, y o era eso o se ahogaban todos. Tiene que ser horrible tener que decidir algo como eso. Sobre lo que dice Estrella, aunque evidentemente tanto como a los padres no le dolerá a nadie, tiene que ser un golpe para cualquiera. Trabajar como médico o enfermera para niños con cáncer, por ejemplo, tiene que hacer que lo pases fatal, por más que intentes no implicarte totalmente. Claro que cuando alguno sale adelante y lo ves volver a casa con sus padres también tiene que ser una satisfacción difícil de superar...

estrella fugaz -

Y no sólo a un hijo, ahora mismo estoy pensando en lo durísimo que es enfrentarse a una enfermedad grave (por ejemplo cáncer) de un niño pequeño, ya no sólo los padres, sino me imagino que el médico que tiene casos así tiene que pasarlo mal para poder dormir por las noches.

Manuel-José -

Coincido con Ezne. Hay muchas cosas tristes en la vida, pero perder un hijo creo que es, o puede ser, la más desgarradora de todas.

El primer embarazo de mi mujer acabó en un aborto, y aunque sólo estaba de siete semanas, creo que lloré tanto como si hubiera muerto un hijo que ya hubiera venido a la vida...

Un besote desde Valencia.

Ezne -

Precioso.
Pero demasiado triste. Hay tantas cosas tristes en la vida... pero nada que se pueda comparar a perder a un ser querido, y eso de vivirle a tu hijo debe ser horrible.

Un beso

acoolgirl -

Si perder a alguien a quien quieres ya es lo más duro del mundo... imagínate perder un hijo... que es lo más tuyo que tendrás en la vida.

Un besitooo

Susana -

Gracias por este precioso texto que no conocía. A mí me ha hecho pensar en algo que se llama "síndrome postaborto". Un beso.

Ira -

La naturaleza no nos prepara para esas cosas, dice que los hijos enterrarán a los padres y no al reves, debe ser horrible.

Un beso

Angemary -

Supongo que lo peor que te puede pasar en esta vida es perder a un hijo....que triste

codromix -

tomandolo textualmente dicen que el dolor mas inconsolable es perder a un hijo, es injusto y va en contra de la logica vital... ufff mejor no imaginarlo...paco umbral vivio durante mucho mas tiempo, aunque sin duda quisiese morirse muchas veces. sin embargo alguien que ve sol, amaneceres y campos verdes, aun tiene vida mucha vida
precioso texto de alguien a quien no aprecio mucho como persona (umbral, claro!)