Recuerdos del colegio
Parece que fue ayer cuando salí del colegio, y a lo tonto, ¡han pasado ya diez años!, luego vino la facultad, y después la incertidumbre...pero los años que pasé en el colegio los guardo con cariño, a pesar de que acabé muy harta de las monjas.
Al año siguiente de acabar el colegio, seguía viéndome con mis amigas de clase absolutamente todas las semanas, quedábamos todos los viernes y eso era sagrado, y así fue durante unos cuantos años más, después las circunstancias hicieron que cada una fuera haciendo su vida.
Cada una se hizo su propio grupo de amigos, y entre parejas, trabajos, carreras diferentes y mil historias, las quedadas se empezaron a espaciar hasta acabar desapareciendo prácticamente, o quedar reducidas a una reunión anual y algún mail o llamada en cumpleaños, fiestas o algún acontecimiento relevante.
Ayer nos reunimos de nuevo porque en Navidades es cuando podemos volver a coincidir, y de año en año nos vamos poniendo al día.
Alguna ya no vive en Madrid, encontró trabajo fuera y se marchó sin ninguna intención de volver, otra se ha comprado un piso y en breve se lo entregan, otra también abandona Madrid, e incluso el país para ir detrás de un sueño, e incluso ¡la menor del grupo nos anunció su futura boda!, con la de historias que he vivido con ella...se me saltaron las lágrimas de emoción. Y yo, aún tratando de encontrarme y de decidir cómo quiero que sea mi vida.
En medio de la alegría del momento, había un poso de melancolía, sabemos que pasará tiempo antes de que nos volvamoa a reunir todas.
Yo las recuerdo tal y como éramos en esos años locos, cuando empezábamos a salir por ahí y hacer locuras de todo tipo, cuando el mayor drama del mundo era que fulanito no te mirara o que sor María te abochornara delante de toda la clase. Cuando nos escapábamos por la ventana del gimnasio para ver a los chicos del colegio de enfrente o cuando hacíamos colas durante horas para que nuestro cantante o grupo favorito nos firmase un disco.
Y sé que, diez años después, todas seguimos siendo las mismas.
Al año siguiente de acabar el colegio, seguía viéndome con mis amigas de clase absolutamente todas las semanas, quedábamos todos los viernes y eso era sagrado, y así fue durante unos cuantos años más, después las circunstancias hicieron que cada una fuera haciendo su vida.
Cada una se hizo su propio grupo de amigos, y entre parejas, trabajos, carreras diferentes y mil historias, las quedadas se empezaron a espaciar hasta acabar desapareciendo prácticamente, o quedar reducidas a una reunión anual y algún mail o llamada en cumpleaños, fiestas o algún acontecimiento relevante.
Ayer nos reunimos de nuevo porque en Navidades es cuando podemos volver a coincidir, y de año en año nos vamos poniendo al día.
Alguna ya no vive en Madrid, encontró trabajo fuera y se marchó sin ninguna intención de volver, otra se ha comprado un piso y en breve se lo entregan, otra también abandona Madrid, e incluso el país para ir detrás de un sueño, e incluso ¡la menor del grupo nos anunció su futura boda!, con la de historias que he vivido con ella...se me saltaron las lágrimas de emoción. Y yo, aún tratando de encontrarme y de decidir cómo quiero que sea mi vida.
En medio de la alegría del momento, había un poso de melancolía, sabemos que pasará tiempo antes de que nos volvamoa a reunir todas.
Yo las recuerdo tal y como éramos en esos años locos, cuando empezábamos a salir por ahí y hacer locuras de todo tipo, cuando el mayor drama del mundo era que fulanito no te mirara o que sor María te abochornara delante de toda la clase. Cuando nos escapábamos por la ventana del gimnasio para ver a los chicos del colegio de enfrente o cuando hacíamos colas durante horas para que nuestro cantante o grupo favorito nos firmase un disco.
Y sé que, diez años después, todas seguimos siendo las mismas.
4 comentarios
Maira -
besoo y suertee :)
david gamez -
un saludo!
Fredy -
Este post me recuerda a la canción "Diez años después" de los Rodríguez, o a la de "20 de abril" de Celtas Cortos...
Un saludo
Su -
Un beso y feliz año nuevo.
ahh!! y tranqui si no sabes bien cómo quieres que se encamine tu vida ¡¡mírame a mí!!...