Copas rotas
Llegaba tarde al trabajo, había apurado el tiempo entre las sábanas intentando absorber el fresquito que entraba por la ventana, que había estado ausente toda la noche.
Bajaba la cuesta corriendo y cuando subí al autobús, alguien lo hizo detrás de mí. Entonces la ví.
Pero después de cuatro años no me salía una sonrisa, no me salía una palabra, sólo me salía gritarla que no se sentara a mi lado, que no exhibiera esa sonrisa y que no me preguntara por mi vida de la cual salió voluntariamente. Pero no lo hice.
El destino ha hecho que tengamos que coincidir forzosamente durante el verano, y a mí aún me duele. No soy rencorosa. Pero no me apetece perdonar. Ya lo he hecho tantas veces, que en algún punto hay que plantarse.
No me tomes por tonta
8 comentarios
Igrein -
Pero aprende a que no te afecte el verla, a que no se te acelere el corazón ni te pongas a temblar. Es facil conseguirlo, yo lo he hecho. Sólo tienes que seguir ensayando... ;D
Un besazo.
simplementeyo -
PD: Sé q te debo un mail, te prometo uno en cuanto acabe las opos, q son una locura.
Ezne -
así que, como no hay formulas que garanticen nada... basta ignorar dentro de lo posible no?
Un besote
Mikhon -
Un besote
acoolgirl -
Un besitooo
Cora -
Sophie -
A veces tenemos amistades muy distintas a nosotras, personas que no pegan ni con cola pero con la que compartimos muchas cosas...hasta que el tiempo pone todo en su sitio y te muestra que lo que es, es, y lo que no, no.
nina -
Un besote corazón