Gracias
Un regalo inesperado, una visita sorpresa y un montón de palabras bonitas son demasiado viniendo de alguien con quien siempre he sido muy reservada y que a la larga casi siempre me ha mantenido a distancia.
Durante los últimos dos años ha contemplado los cambios en mi vida como un puro observador, siguiendo la escena y asintiendo cuando algo le parecía bien o negando con la cabeza cada vez que yo hacía algo que él no consideraba adecuado, aunque nunca me juzgó, siempre tenía palabras de consuelo o de comprensión, o se acercaba para felicitarme cuando me ocurrían cosas buenas. Testigo de mi creciente amistad con Marcos, tuvo muy claro desde el principio la complicidad que había alcanzado con él, con su mejor amigo. Y él, que desde la infancia le acompañaba vió cómo poco a poco se distanciaba cada día un poco más de su amigo del alma. Pero nunca me lo echó en cara. Yo no le quité a nadie, únicamente quise compartir con él a la persona que los dos considerábamos nuestro mejor amigo.
Cuando conocí a Marcos, por extensión le conocí a él, pero su trato tímido, formal y en ocasiones rallando lo paternal me inclinaba más hacia otros lados de la balanza. Protector hasta extremos insospechados, y mordaz en momentos inoportunos, dotado sin embargo de una buena voluntad de la que siempre se lamenta y con la que carga como un lastre, cansado de ser “un buen chico”.
Porque nunca he hablado de él, y porque en los últimos meses he empezado a conocerle y quizás a entenderle, porque sabe escuchar y porque sabe esperar, porque estoy descubriendo a una gran persona. Por todo eso y mucho más, le dedico hoy este post. Bienvenido Pete…
5 comentarios
Eliza -
monocamy -
Por cierto, no me extraña que fuera espectador silencioso. Las telenovelas es lo que tienen: enganchan. :O
Bezitoz ricoz :***
Alba -
Un besito...
kamala -
Me alegro de que lo pasaras bien ayer.
Un besito.
ELRAYAn -