Mi jefa dice que ahora ya somos una empresa moderna, como las americanas, porque llevamos todos los días el tupper a la oficina, cuando dice eso, me dan ganas de sacudirla con el tenedor entre los dientes, porque lo más cerca que ha estado ella de esos recipientes es cuando pasa por delante de la estantería de menaje del Carrefour. A veces pienso que el botox se le ha subido a la cabeza y le ha producido embriaguez.
Mi nuevo despacho tiene unas vistas impresionantes…al patio de carga y descarga, no me puedo quejar del cambio porque entra más luz, dice ella. Teniendo en cuenta que el de antes daba a un jardín florido…
Ahora tengo un magnifico lugar que hace las veces de comedor, con un compañero tan sociable que es como comer con Bob el Silencioso, y que sólo manifiesta su presencia tamborileando con los dedos en la mesa. Menos mal que mis compañeras también se unen a la fiesta.
Como tenemos tiempo a mediodía, hemos decidido apuntarnos a un gimnasio cerca del trabajo, a ver si con un poco de suerte nos encontramos con el hermano perdido de Darek, además, ahora que empieza el buen tiempo proliferan las terrazas, así que hemos iniciado un grupo de fichaje para localizar aquellas que tengan los precios más razonables, que mi nómina ya no se puede estirar más.
Lo que sí puedo estirar es mi tiempo de permanencia fuera de aquello que llamamos hogar. Mi hermano, necesitado de dinero, se ha embarcado en la aventura de las clases particulares, así que se ha puesto a enseñar inglés a tres o cuatro pijillas de la zona, con sus pulseritas y sus polos y su “I need speak english to go to the club with mom…” (o M.A.M), y ha establecido el salón como aula improvisada, así que, cuanto más tarde llegue yo, mejor, aunque estoy pensando en convertirme yo también en alumna, por aquello de aprender el acento. No, el pijo, no.
Y las noches, esas sí que son divertidas, mi vecino se ha empeñado en que todo el edificio aprenda a bailar Batuka, y sus videos suenan una y otra vez, atormentándome. Quizá no es tan malo, a lo mejor así me ahorro el gimnasio.
Al final…¿estaré mejor trabajando?